domingo, 24 de octubre de 2010



En esta época de recolección tenemos en nuestro pueblo unas bayas muy interesantes, que si bien aquí nunca han sido muy apreciadas, (de hecho, según me cuentan, se las daban a los cerdos),si tienen un probado valor vitamínico.



Hablamos del escaramujo o rosal silvestre, nuestro garrabón

Es un arbusto de entre 1 y 3 m de altura con espinas que se asemejan al colmillo de un perro, de ahí también su nombre de "rosa canina".

Las bayas o escaramujos son de un rojo brillante y se mantienen a lo largo de todo el otoño

En algunos pueblos se les conoce con el nombre de "tapaculos" por su poder a la hora de cortar las diarreas. En las guerras fueron utilizadas para combatir el escorbuto. Ahora se comercializan en herbolarios en forma de jarabes por su alto contenido en vitamina C. Es considerado como uno de los mejores antioxidantes.

Un remedio muy fácil de elaborar:

A un litro de vino tinto añadirle unos 100 gramos de bayas de escaramujos. Dejar macerar durante 15 días más o menos. Filtrar con un trapito de algodón, (en su interior contienen unos pelillos que pueden ser tóxicos), y tomar una o dos copitas al día hasta terminarlo. Actúa como tónico vitamínico y vigorizante aumentando nuestras defensas de cara a los resfríos y catarros invernales

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